Hoy he vivido cuatro horas y media en la T4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, una instalación maravillosa, grande y llena de gente, de taxis y de empleados de una compañía aérea vestidos con un llamativo uniforme de color naranja.
El hombre negro y muy bajito que se liga a la chica guapa en la película "Yo, yo mismo e Irene" (Jim Carrey, 'prota' absoluto), a la sazón chófer de limusina, declaraba que su empleo como conductor le permitía desarrollar un experimento sociológico, aunque él era físico nuclear o algo así. Yo declaro que mi estancia de 4,5 horas en la T4 no ha respondido a experimento alguno (aunque sí me he ligado a la chica guapa, de nombre Isabel), pero tras deambular por la terminal durante todo ese tiempo tengo algo que decir, y voy a decirlo.
Amigo, si estás triste vé al aeropuerto. Sitúate en la zona de llegadas, frente a las puertas por las que salen los viajeros. Quédate allí algún tiempo, y observa. Mirá cuánta gente acude al aeropuerto a recibir a familiares, amigos y colegas. Comprueba que nueve de cada diez encuentros incluyen abrazos, besos, sonrisas, risas y risotadas... Son momentos buenos, agradables instantes donde fluye el cariño entre personas. De hecho, ¿has presenciado en alguna ocasión escenas tristes en un aeropuerto?
Ahora que hablo de buen rollo y cariño que fluye, recuerdo la campaña "Free Hugs" (Abrazos Gratis) y me parece recomendable, amigo lector, que veas un video sobre ella mientras escuchas a "Presuntos Implicados".
Algo me dice que debo aclarar el motivo por el que he disfrutado 4,5 horas en la T4, ligue incluido. He ido a recibir a mi 'hermano' peruano Pepe Guerrero, que llegaba a Madrid con su esposa y sus tres hijos para disfrutar de unos días en España. Su vuelo se ha demorado cerca de tres horas. Pero cuando por fin han aparecido por la puerta, nos hemos abrazado, besado, reído. Puro buen rollo.
Si estás triste, vé al aeropuerto.
Que tengas un buen día.
Vaya ... esto sí que es pensamiento positivo, y lo demás son gaitas. Nunca había pensado en la T4 de esa forma :)))
ResponderEliminarCon el debido respeto, Jose, con lo poco que gustas de viajar en avión no me extraña que la T4 no esté en tus pensamientos.
ResponderEliminarBien mirado, tal vez suceda algo parecido en Atocha, Waterloo o Austerlitz. Gracias por venir y dejar tu inimitable sello, gurú.
Alfonso,
ResponderEliminary dijo Lao Tse: "Aquel que se conoce a sí mismo es inteligente, pero aquel conoce a los demás es sabio",
Es muy bueno observar las cosas buenas de los demás, y más cuando estás 4 horas en el mismo sitio.
un fuerte abrazo
Jordi Pelicano
Hola Jordi, cuánto bueno por aquí...
ResponderEliminarPues sí, tienes razón, la mejor cara de las personas es mucho más agradable que la otra, aunque ésta pesa una tonelada en el ánimo.
Pero lo seguiremos intentando, ¿verdad?
Gracias por venir.
Abrazo,
ASV